El fenómeno sacude no sólo a sectores deprimidos, también se extiende a adolescentes de barrios de estratos altos. Alerta en las instituciones educativas.Las cifras de embarazos en menores de edad en Ibagué son aterradoras. Sólo entre 2008 y lo corrido de este año, niñas entre los 11 y 17 años de edad, que ni siquiera habían terminado la primaria y arrancaban el bachillerato, tuvieron que dejar sus estudios.
Pese a las campañas de la Secretaría de Salud de Ibagué, los resultados hasta el momento no son alentadores y llama la atención que en el 2009 siete niñas de 13 años hayan terminado embarazadas, o que 79 de 15 años, 130 de 16 y 211 de 17 años, vivan la misma suerte.
Causa estupor acercarse a los consolidados elaborados por la cartera de salud de Ibagué, que muestran que entre 1998 y el 2007, dos niñas de 11 años de edad se convirtieron en madres.
El hecho sin duda genera preguntas acerca de cómo y en qué condiciones crece la población adolescente en la capital del Tolima.
La Secretaría de Salud y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) coinciden en que los factores que determinan en muchos casos los embarazos en adolescentes se relacionan con la falta de una apropiada educación sexual, que aún hoy, se enfrenta a los problemas del mito que los jóvenes tienen frente a los métodos de anticoncepción.
A este factor se suman la baja autoestima, trastornos emocionales y una inadecuada estructura de la personalidad.
Futuro comprometido
Pero sin duda estos factores encuentran su caldo de cultivo en comunidades vulnerables, donde las condiciones socioeconómicas y culturales son tan precarias, que el presente y futuro de las adolescentes se ve seriamente comprometido. Ahora bien, esto no indica que el fenómeno sea exclusivo de las comunidades marginales, también se observa en grupos donde las condiciones de vida son altamente favorables.
"Somos concientes de que el problema es preocupante, por eso estamos llevando a los colegios, escuelas y barrios más vulnerables, programas de educación sexual y reproductiva, apoyo a las madres en su período de gestación y post parto, con lenguajes y estrategias que hablen el mismo idioma de los jóvenes", asegura Juan Manuel Mosquera secretario de salud de Ibagué.
Embarazos en la comuna 7
Recientemente el Icbf elaboró un estudio sobre los embarazos en adolescentes en la comuna siete de Ibagué con el ánimo de identificar los factores sociales, psicológicos, económicos y culturales que inciden en los embarazos a temprana edad.
El estudio encontró a 69 adolescentes en estado de embarazo y el 90 por ciento se encontraba entre los 16 y 18 años de edad. El 43 por ciento es madre soltera, el 51 por ciento convive con su pareja en unión libre, mientras que el 6 por ciento restante no tiene ninguna relación con el padre de su hijo debido a factores como violación y rechazo.
En cuanto a los niveles de educación de las adolescentes, se detectó que el 54 por ciento cursaba los grados de sexto a noveno, el 32 por ciento adelantaba estudios en los grados décimo y once, mientras que el 14 por ciento restante cursaba los grados tercero a quinto de primaria.
Algunas de las conclusiones más importantes del estudio señalan que el bajo nivel educativo, la falta de comunicación entre padres e hijos y la desinformación sobre aspectos relacionados con la vivencia de la sexualidad, constituyen un factor de riesgo que acarrea otras condiciones de desfavorabilidad como violencia intrafamiliar.
Sin proyecto de vida
El informe también advierte que las adolescentes no tienen un proyecto de vida definido y que la maternidad se convierte en la única opción de vida en un alto porcentaje de los casos.
La mirada no debe estar puesta solamente en las madres adolescentes, también es necesario preguntarse sobre quiénes son los padres de esos hijos. En ese sentido, el estudio señala que las edades de los padres de los hijos de las adolescentes oscilan entre los 16 y 63 años.
Además, el grado de escolaridad del 39 por ciento de ellos es de básica primaria, el 59 por ciento de básica secundaria y sólo el 2 por ciento tiene una educación profesional.
"El problema no sólo se tiene que centrar en la mujer, también hay que mirar lo que está pasando con los hombres, la ley de infancia y adolescencia nos está hablando de la responsabilidad parental, no es sólo la mujer la que tiene que asumir responsabilidades, el hombre también debe hacerlo", advierte la trabajadora social Martha Rengifo, del Icbf en el Tolima.
El fenómeno en 16 municipios
Para Melba Ortiz Santos, coordinadora del programa de salud sexual y reproductiva de la secretaría de Salud del Tolima, los embarazos en adolescentes son un indicador que ha venido en aumento en Ibagué y un alto número de municipios.
Casos críticos se han detectado en Casabianca, Honda, Villa Hermosa, Santa Isabel, Planadas, Murillo Ambalema, Armero-Guayabal, Dolores, Fresno, Rioblanco, Prado, Palocabildo, Mariquita y Armero-Guamo.
Ortiz afirma que el tema es preocupante pues esas niñas se enfrentan al reto de continuar con sus estudios y ampliar su horizonte de vida.
"Tienen que luchar contra la estigmatización y en muchos casos a la falta de apoyo familiar, estos factores ponen en riesgo la vida de la menor y del hijo", aseguró Melba Ortiz Santos.
Responsabilidades compartidas
Para Martha Rengifo, trabajadora social y coordinadora del grupo de asistencia técnica del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) en el Tolima, la responsabilidad en estos casos es del Estado, pero también de las familias y la sociedad civil.
"Los embarazos en adolescentes constituyen una realidad social que no se puede seguir desconociendo, el fenómeno es una responsabilidad del Estado que tiene la obligación de atenderlo a través de políticas públicas claras, que nos permita tener mejores herramientas para no repetir ésta y otras problemáticas de vulneración a nivel de la niñez, y claro, la responsabilidad también recae sobre la familia y en la sociedad civil".
Ricardo Torres Correa
Periodico El Tiempo
Redacción Tolima
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