martes, 15 de septiembre de 2009

Nuestros Jóvenes Rurales


Por:
Olga Victoria Rubio Cortés
Especialista en Temas Sociales

La juventud campesina de Colombia no se debe preparar para la guerra. Preocupa las nuevas ofertas de subsidio y de empleo para los jóvenes del campo. La juventud campesina debe tener nuevas oportunidades y pasar de ser olvidada e invitada para colocar los muertos. La debemos invitar para que se constituyan en verdaderos protagonistas de la construcción de su destino.

La juventud rural tiene un nuevo reto: alcanzar el reconocimiento, ser verdaderos ciudadanos, alcanzar nuevas posibilidades de ver la vida, dejar de ser vistos sin su real capacidad de actores sociales.

Caminos difíciles se han transitado; aún faltan grandes retos por emprender, de manera conjunta con la visión juvenil- la de los diferentes sectores- y del sector institucional. Se deben encontrar varias respuestas a las múltiples inquietudes e iniciativas que se proponen para construir verdaderas políticas, planes y proyectos para la juventud rural.

Tradicionalmente la juventud es vista como un problema, se edifican las respuestas para confrontar una realidad a medias. Se debe pasar de lo negativo a lo positivo y propositito.

Ejemplos en Latinoamérica y Colombia son múltiples, el movimiento juvenil que se identifica en nuestra región: Los y las Jóvenes Constructores de Paz dan muestras de la capacidad de movilización y atención que se puede lograr.

Su capacidad de liderazgo se concreta en las grandes voluntades de luchar sin dejar que los obstáculos superen sus deseos de manifestar que aquí en este mundo, en este presente se encuentra su lugar.

Nuestros Jóvenes rurales son y deben ser reconocidos en su capacidad de actuar como ciudadanos. Su papel solo es posible si construyen y permitimos que sus ideas y sueños dejen de serlo y se conviertan en verdaderas propuestas. La ciudadanía de los jóvenes rurales se identifica en hacer conocer sus identidades y en ser visibles ante un mundo que se diluye en medio de la tecnología y que olvida lamentablemente la capacidad de los seres humanos y el valor de la naturaleza que nos rodea.

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